Ciborg Laboral

CIBORG LABORAL

Una breve visión futuros trabajadores

El trabajo para el ser humano representa más de lo que creemos, el trabajo es uno de los mecanismos mediante los cuales dignificamos nuestra propia existencia y forma parte de nuestra esencia como personas, con la que justificamos un valor que mediante una utilidad o actividad que aporta a una sociedad y ayuda a construir a nuestro alrededor una comunidad. Es por ello por lo que los trabajos hoy en día deben ser visto más que un producto o resultado de mercado, ser vistos como el camino mediante el cual las personas pueden obtener una satisfacción personal, además de poder cumplir con sus necesidades materiales.

Ahora, si el trabajo es dignificante y desde hace miles de años representa una pieza importante dentro del engranaje de la maquinaria de una sociedad, pues a con ellos se satisfacen múltiples necesidades individuales y colectivas, volviéndose una característica muy humana, en donde la idea es que mediante la actividad individual se genere un colectivo.

Pero desafortunadamente el trabajo bajo este concepto pocas veces es percibido de esta manera, la realidad es que el trabajo se ha visto como el medio al que estamos atados, para acceder a necesidades “básicas”, cumplir con actividades que poco o nada aportan al desarrollo de la persona, al cumplimiento de sus metas o que más grave que la dignifiquen. Siendo en muchas ocasiones los trabajos la base de muchos problemas sociales relacionados a la mala calidad de los empleos y las afectaciones que estos tiene de forma integral en cada uno de los trabajadores.

Este problema general de las condiciones de los empleos a nivel mundial a cobrado una mayor relevancia, pues por primera vez se ha visibilizado y entendido que quienes desarrollan estos empleos son seres humanos, que al final están sujetos a los propios “límites de la humanidad”.

Por lo que la tendencia que adopta la idea del capacismo como métrica para determinar la utilidad de una persona frente a la sociedad, pasa a destruir la primera idea planteada, generando empleos cada vez con exigencias físicas y mentales que se alejan de la propia humanidad.

Mucho de este problema se da por el cambio constante, imparable y abrumante de las necesidades, no de la sociedad, sino de los propios mercados que marcan la pauta de las “nuevas necesidades” y en consecuencia los trabajos que son necesarios para continuar con el desarrollo de estos modelos económicos, cuyo objetivo no es la satisfacción de las personas, sino la satisfacción del propio sistema, tal como lo señala Zygmun Baumann dentro de su teoría de mundo consumo, en la cual señala que el consumo no trata satisfacer a nadie, el consumo tiene por objeto el consumo en si, por lo que mientras se continue consumiendo, se cumple con el fin, sin importar si la persona se encuentra o no satisfecha.

Resulta importante para cualquier campo de estudio el análisis del contexto en el que actualmente se desarrolla nuestra sociedad, pues es este el que establecerá las necesidades, los cambios y ajustes que se deberán de realizar para garantizar en cierta medida la idea de un futuro. Hoy en día los trabajos han entrado en un proceso de deshumanización volviéndose más real tangible el “transhumanismo”, en donde el ser humano debe ser potencializado, modificado o aumentado en cuanto a sus capacidades “base” mediante la implementación de las tecnologías y los avances de la ciencia, convirtiéndose en un deber moral la mejora de las capacidades físicas y cognitivas del ser humano, llevándonos a la era de los “ciborgs laborales”.

Es importante establecer lo que un Ciborg representa actualmente, debiendo abandonar primeramente la idea de que un Ciborg solo puede ser Robocop, podremos descubrir que la definición acepta ejemplos mucho más comunes de lo que pensamos.

Pero al entenderlo como la unión de la materia orgánica con la mecánica o tecnológica, con la intención de mejorar la orgánica, resulta más sencillo encontrar ejemplos de ellos. Como el simple uso de un teléfono celular puede ser esta tecnología mecánica que mejora la parte orgánica, pues nos permite ampliar nuestra capacidad de comunicación o de convivir con otros ser humanos o las personas que usan lentes de aumento para compensar una deficiencia genética o crónico degenerativa que con el paso del tiempo ha generado una disminución de la capacidad natural del ser humano de ver a través de sus ojos por mencionar pequeños ejemplos de las “mejoras” que recibimos por esta herramienta.

Estos avances tecnológicos han redimensionado múltiples áreas de la vida diaria, tales como la comunicación, la compra de cosas, la forma de divertirnos, la medicina y demás áreas de nuestras vidas, por lo que sería absurdo pensar que los trabajos no se verían modificados por estos avances. Volviendo más eficiente los procesos, facilitando tareas, y generando muchas nuevas fuentes de empleo. Generando una nueva fuerza laboral “aumentada” con mejores capacidades, pero con mayores exigencias y retos.

Una fuerza laboral que esta estrictamente ligada a las herramientas con las que cuenta, las que puede o sabe utilizar y que como las utiliza, lo cual en principio puede resultar una premisa de “progreso”, pero con un trasfondo más complejo pues al igual que estas herramientas de hoy en día las cuales tiene una obsolescencia programada, para los seres humanos funcionaria como una obsolescencia obligada, en donde sin importar nuestra condición física o mental, serán las propias herramientas que nos dan un aumento de capacidades, las que alienen a las personas dada la complejidad de uso, en conjunto con el deterioro natural del ser humano víctima del tiempo.

Estos avances también presentaron un nuevo dilema, el de la capacitad humana, la cual hoy en día ha dejado de ser suficiente, generándose una hipótesis en donde los seres humanos hemos nacido con un “starter pack” de habilidades, capacidades y condiciones intrínsecas a la humanidad, como caminar, hablar, respirar, razonar, etc. Pudiendo especializarnos en algunas de estas habilidades o desarrollar nuevas, pero siempre teniendo como frontera el propio limité de la capacidad humanidad misma. Lo que hoy en día comenzó como un inconveniente menor, se ha vuelto parte de un gran problema, pues las industrias y las necesidades de la sociedad actual, representan un nivel de exigencia por encima de estas capacidades humanas, entrando en un proceso de exigencia laboral extrema la cual termino por no ser rentable y se comenzó a explorar la idea de la sustitución Humana por procesos automatizados.

Este “limite humano” que de manera burda pudiera ser ejemplificado con nuestra imposibilidad nata para volar, o siendo más específicos nuestra imposibilidad guardar información de forma fiel durante toda nuestra existencia, pues si bien existen personas con una gran capacidad de memoria, esta información no podrá ser preservada de la manera exacta durante un periodo prolongado de tiempo, pues poco a poco se irán perdiendo los famosos detalles finos, para quedar almacenado un extracto que se denominan recuerdos, que con el paso del tiempo son modificados y ajustados de como realmente sucedieron.

Este último ejemplo no genera problema alguno para un disco duro de estado sólido el cual puede almacenar información en diferentes presentaciones y los “recordara” de forma exacta sin que el tiempo afecta la misma, quedando limitado solo a la vida operativa del lugar de almacenamiento y a su correcta función.

Es por ello que ante esta brutal competencia y constantes y abrumantes cambios se ha generado lo que llamo el concepto del “ciborg laboral” una fuerza laboral que mediante el dominio y uso de las nuevas tecnologías logra soportar el embate de las nuevas necesidades laborales y sociales, en donde pero con altos costos en las condiciones de los trabajos pues son estas mismas herramientas y avances tecnológicos que al ser tan acelerados y en constante cambio, recordando un poco a la premisa de los replicantes “más humanos que los humanos” del libro los androides sueñan con ovejas eléctricas, de Philip K. Dick.

Volviendo claro que hoy no es suficiente el “starter pack” del ser humano con el que viene de nacimiento, pues los trabajos actuales requieren en el uso de tecnologías para poder desempeñarlos, por lo que las capacidades físicas y cognitivas base de los humanos han dejado de ser suficientes para el desarrollo de estos trabajos.

Llegando al punto en donde hemos generado empleos en donde parte de las exigencias de estos son tener habilidades o aptitudes que residen en herramientas externas, que si bien son operadas por nosotros estas vuelven en si a los trabajos imposibles de desarrollar sin estas, por lo que la exigencia se vuelve más en relación con la herramienta que al trabajador, lo que genera un vínculo indivisible entre el hombre y la máquina, generando un nuevo modelo de trabajadores “ciborgs laborales”.

Los ciborgs laborales, desarrollan sus trabajos mediante estas tecnologías, realizando múltiples tareas a la vez, procesan una gran cantidad de datos sin problema, crean procesos automatizados que mejoran o aumentan producciones de productos, abarcan un nuevo esquema de habilidades y capacidades que solo estarán limitadas por el propio avance tecnológico o la obsolescencia del trabajador que ya no pueda dominar las nuevas tecnologías.

Estos ciborgs laborales son más eficientes que los trabajadores “normales” pueden cumplir con mayores tares y de forma más eficiente, ya que mediante estas herramientas no solo perfeccionan sus procesos y sus resultados, sino que pueden obtener una cantidad cercana al concepto de infinito gracias al acceso a internet como herramienta de búsqueda.

Representando para la industria o los mercados una mejora en su capacidad para proveer y satisfacer todas las necesidades de nuestra sociedad actual, pues no solo se puede producir mejor, sino que se puede crear mejores herramientas mediante estas mismas herramientas.

Pues gracias a estas tecnologías y los ciborgs laborales que las han adoptado, han ayudado a que la humanidad trascienda inclusive a nuevas realidades, tal como lo es hoy en día el metaverso o los sistemas de realidad aumentada que ofrecen experiencias fuera de la metafísica clásica de las cosas, cambiando las reglas de la realidad misma, en donde esta ha dejado de ser el propio limite, generando nuevas oportunidades que tal vez solo eran vistas o razonables en el campo de la ciencia ficción.

Es por estos mismos cambios a los limites inclusive de la realidad, que los trabajos hoy en día han evolucionado para necesitar a “ciborgs”, volviendo a los seres humanos “estándar” inútiles para este tipo de empleos, presentando de nueva cuenta la obsolescencia obligada de las tecnologías sobre la humanidad.

Es claro que los ciborgs laborales son el siguiente paso en la cadena evolutiva de los trabajadores en el mundo, presentando las llaves a nuevas puertas a caminos jamás pensados. Pero todo avance y progreso viene con una serie de nuevos retos a superar, que son proporcionales a los beneficios que se obtienen.

Es esta nueva fase de la vida laboral global en la cual el ser humano deja de ser “suficiente” para cumplir con las actividades que se requieren, a generado una fuerte corriente de “cheaper, faster, better” (barato, rápido y mejor), orillando a los Ciborgs laborales a adoptar conductas más cercanas a las maquinas que a los humanos, estableciendo exigencias que superan los “limites humanos” como “resistencia al estrés”, “trabajo bajo presión”, “disponibilidad 24/7”, entre otras.

Lo que evidentemente a dado pie al inicio de una nueva era de problemas de sociales y de salud a los que se deben enfrentar los humanos, en donde se ha tomado como estandarte de lucha los derechos a la salud mental, que se ha visto perjudicada de forma brutal en los últimos 10 años, generando problemas sociales complejos como depresión colectiva, suicidios laborales Karoshi (過労死), que literalmente se traduce como “muerte por exceso de trabajo”, problema que se identificó en Japón y ha abarcado uno de los más complejos de resolver, siendo Japón uno de los países más avanzados en desarrollos tecnológicos y su implementación social.

Estas nuevas condiciones vuelven más tangibles los futuros en donde el transhumanismo sea una de las formas en que el ser humano abandone su humanidad con el objetivo o la justificación de mejorar sus habilidades, superponiendo la parte inorgánica, sobre la orgánica, llevándonos a un verdadero proceso de extinción humana tal como la conocemos.

Premisas que pueden resultar alarmantes o demasiado futuristas, hasta que no lo son, pues hoy en día muchos de lo que se ha mencionado ya comenzó a suceder y de acuerdo con la tendencia de los últimos 10 años en cuanto a desarrollo de tecnología y su implementación social, ligada a un modelo de comercio voraz, hacen que sea plausible las ideas planteadas.

Es por eso que los ciborgs laborales actuales tienen retos importantes que ya se han empezado a analizar y a diseñar soluciones, principalmente en las cuestiones éticas, que resulta ser uno de los problemas más complejos y necesarios de resolver pues la evolución de tecnologías desafortunadamente no va de la mano con la de la ética, dejando pendiente el tema del “deber ser” en este nuevo campo.

Pues hoy en día ya existen tecnologías para volvernos más fuertes, más rápidos, con mejor enfoque, mayor capacidad cognitiva, mediante el desarrollo de diversas medicinas en el cambo de la salud y por otro lado las herramientas nos permiten estar en múltiples lados de forma simultánea, entramar redes de comunicación gigantescas, si que las barreras del idioma o la geografía sean problema, podemos realizar mejores y más actividades a la vez, lo que resulta perfecto para las empresas, pero en qué momento resulta ser suficiente y se necesitara replantear la posición del ser humano en el desarrollo de los trabajos, pues aun y cuando queramos hacer la comparación de nuestro cerebro con un ordenador, es claro que no son lo mismo y que simulación no es lo mismo que igual, llevándonos al campo de la ética para contrarrestar el crecimiento desmedido y las exigencias inhumanos del mercado actual.

Por lo que deberemos establecer un estándar ético y moral sobre la implementación de estas tecnológicas y como serán exigidas a los humanos para el desarrollo de sus trabajados, pues de momento el estatus de “ciborg laboral” aún es primario, pero que impide que se comiencen a desarrollar tecnologías que impidan el cansancio humano, o que supriman ideologías, capacidades de cuestionar.

Es por ello, que al estar de frente a la era de los “ciborgs laborales” será muy importante tener en cuenta los limites humanos que aun y cuando estos puedan ser ampliados o mejorados, deben dejarse intocados pues al final seguimos siendo seres humanos, cuyo elemento más fascinante con el que contamos es eso la humanidad misma.

Estos límites están siendo observados por diversas organizaciones internacionales como la OIT, así como países a nivel local, pues resulta indispensable contar con leyes, reglamentos y general limites, para el desarrollo y exigencia de los “ciborgs laborales”, tomando en cuenta que si bien somos mejores humanos para trabajar, se debe restringir este desarrollo desenfrenado de la cultura “cheaper, faster, better”, y comenzar a plantear nuevos derechos derivados del nuevo contexto en el que se desarrolla, nuevas reglas, pues al final deben ir de la mano, limitando cuestiones como uso prolongado de tecnologías de la comunicación, no interferir en el desarrollo de una vida persona, derecho a la desconexión, protección de no solo datos privados sino de la intimidad de las personas, el control sobre nuestro cuerpos, entre otros.

Esta nueva era es prometedora, pues resulta atractiva la idea de un mundo “sin límites” gracias al “progreso” y a los “ciborgs laborales”, quienes se han vuelto la base de la nueva fuerza laboral en la sociedad, pero si no visibilizamos el gran problema de esta era, como lo son los procesos de deshumanización, por el bien económica, estaremos sentando las bases de una neoesclavitud lidereada por los avances tecnológicos laborales y las metas a cumplir dentro de los trabajos.